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A R T Í C U L O S DE
O P I N I Ó N
Para apoyar a los trabajadores afectados por el cierre de las minas
de carbón, se han diseñado ayudas para la prejubilación de los
trabajadores de más edad y bajas incentivadas para los más jóve-
nes. También se ha creado una bolsa de empleo para facilitar la
contratación, que incluye a los trabajadores de las empresas auxi-
liares que quedaban excluidos del marco europeo de ayudas de
Estado para financiar tareas de restauración ambiental en los te-
rrenos degradados. Actualmente, se han aprobado todas las solici-
tudes de prejubilaciones y de bajas incentivadas que cumplían los
requisitos establecidos –319 prejubilaciones y 34 bajas–y se han
abonado 24,7 millones de euros para ambos ámbitos, mientras que
el coste total de permanencia en el sistema se estima en 165,2
millones de euros.
Por otro lado, la bolsa de empleo cuenta con 426 personas inscritas,
el 52% de las cuales están actualmente empleadas, pero tienen
interés en mejorar su puesto de trabajo. Para mejorar la empleabi-
lidad de todos ellas, se contrataron los servicios de una empresa
especializada en orientación laboral y formación. Afortunadamente,
estas medidas ya están dando resultados y ya se han dado nuevas
contrataciones. De hecho, se estima que la totalidad de las perso-
nas que forman parte de la bolsa de empleo podrán encontrar una
oportunidad de trabajo en las iniciativas de restauración ambiental
que ya se están desarrollando.
Apoyo del Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia
Al colectivo de los trabajadores mineros hay que sumar a las per-
sonas empleadas de las centrales que se cierran y que, junto con
las personas desempleadas, necesitan una apuesta decidida por su
empleabilidad futura. Para abordar la mejora de la empleabilidad y
el acceso a la formación profesional se ha previsto destinar una
línea de ayuda de 20 millones de euros del Plan de Recuperación
Transformación y Resiliencia (PRTR), dentro del componente 10,
dedicado a la transición justa. Esta financiación permitirá desarro-
llar procesos de acompañamiento y formación el campo de las
energías renovables y el medio ambiente para las personas desem-
pleadas de las zonas, particularmente para la población con espe-
ciales dificultades de empleabilidad, como sucede con las mujeres,
los jóvenes y los desempleados mayores de 52 años.
Es importante destacar en este punto la necesidad de prestar
particular atención al empleo de las mujeres y jóvenes en los terri-
torios y comarcas en transición. Su involucración en el proceso es
fundamental, ya que la falta de oportunidades laborales en la zona
es una de las causas principales de la despoblación. Los sectores
que cierran están fuertemente masculinizados y en el proceso de
reactivación, y, si queremos que la transición sea justa, hay que
encontrar soluciones específicas para las mujeres. Por lo tanto, las
diferentes líneas de ayuda que se han desplegado hasta el momen-
to incorporan elementos de priorización para los proyectos que
aboguen por la igualdad de género.
Por ejemplo, en convocatorias para proyectos municipales se inclu-
yen varios criterios de evaluación que buscan priorizar aquellos
proyectos que fomenten el empleo para las mujeres, que contribu-
yan a la dinamización económica liderada por mujeres y al desarro-
llo de infraestructuras que permitan, por un lado, reducir la brecha
digital entre mujeres y hombres y, por otro, el acceso de las mujeres
a las nuevas tecnologías. Varios de los criterios de valoración de
los proyectos están destinados a priorizar aquellos que incorporan
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