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La crisis ha puesto en que no se cubren son por los bajos salarios, los horarios y las condi-
ciones laborales precarias. No hay vacantes, hay puestos de traba-
evidencia que los países jo mal pagados. Hay que repartir la riqueza a través de los convenios
colectivos, porque es imprescindible que los salarios aumenten y se
con una industria más protejan ante la incertidumbre de la evolución de la inflación. La
salida de la crisis no puede recaer de nuevo sobre unos trabajadores
desarrollada han conseguido y trabajadoras que asisten estupefactos a un pico de beneficios
empresariales. En caso contrario, a la espera del conflicto.
salir antes de la misma, Además, para consolidar el crecimiento económico no sólo hay que
actuando como motor de mejorar las condiciones laborales, también hay que subir el Salario
la economía en periodos Mínimo Interprofesional (SMI) y del Ingreso Mínimo Vital (IMV),
porque si hay una subida generalizada de los precios, pero los sa-
de recuperación larios no suben, ¿cómo lo afrontan los trabajadores?. Mejorar las
condiciones salariales y la calidad del empleo son elementos que
juegan a favor de la productividad de las empresas españolas.
Sin industria no hay futuro.
El escenario económico es una oportunidad para acometer un cam-
bio estructural del modelo productivo. Es imprescindible impulsar
un Pacto de Estado por la Industria. Si antes era necesario, después
de los acontecimientos de los últimos años es fundamental. España
necesita un pacto de estado por la industria para construir futuro,
para hacer país. Es un sector estratégico y su contribución al desa-
rrollo del país debe ser fundamental. La crisis ha puesto en eviden-
cia que los países con una industria más desarrollada han conse-
guido salir antes de la misma, actuando como motor de la economía
en periodos de recuperación.
Llevamos exigiendo desde hace tiempo un Pacto de Estado por la
industria. Es muy importante que la recuperación económica venga
de la mano de la reactivación del sector industrial, en forma de un
pacto de estado transversal. Más aún por la importancia del reto
en plena era poscovid para actuar sobre distintos ejes como: la
actividad industrial, la energía, los PERTE, la cohesión social, la
movilidad, el empleo y la formación, y la ley de industria. Además,
Europa se halla inmersa en un profundo proceso de descarboniza-
ción y de modernización de instalaciones que debe redundar en la
mejora de la industria, porque exigir un Pacto por la Industria en
nuestro país es imprescindible, así como lo es cambiar el modelo
productivo, para que nos permita llegar a un patrón de crecimiento
más sólido y estable.
Y es que si las empresas van bien, también les irá bien a los traba-
jadores.
Potenciar la industria como sector tractor. Sabemos desde
hace tiempo cuáles son las debilidades de nuestro modelo de cre-
cimiento, y lo que hemos estado haciendo mal. Es momento de
corregirlo potenciando la industria, un sector que actúa como trac-
tor del resto y es fuente de empleos más productivos y resistentes,
elevando su peso sobre la producción total. Para ello, resulta esen-
cial invertir en aquellos factores que alimentan las actividades con
mayor valor añadido. Además, mantenemos un modelo laboral
precario, que incentiva los empleos de baja cualificación y una
competencia insostenible basada en bajos salarios. Hay que cam-
biarlo, de ahí medidas tan importantes y transformadoras como la
reforma laboral. Este pacto debe servir para que la industria se
desarrolle de manera equilibrada en todo el territorio. Sin industria
no hay futuro para el empleo de calidad ni para la calidad de vida
de las personas.
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