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A R T Í C U L O S DE
O P I N I Ó N

Nada hay más natural que caminar. Podemos realizar otros ejerci- mayoritariamente urbanita y civilizada (derivada de la palabra ciu-
cios pero ninguno se adapta de forma tan perfecta a las capacida- dad) no ha borrado aquel impulso primitivo que sigue impreso en
des del ser humano. Tenemos unas piernas, un corazón y una cabe- nuestro ADN.
za que están diseñados para ser ejercitados. Lo sabemos con
certeza y por ello los médicos siempre recomiendan caminar. Ojalá, Quizás, después de tanto tiempo indagando el sentido del universo
a no mucho tardar, los médicos puedan recetar no solo pastillas sino mirando las estrellas, como ya anticiparon poetas como Machado
caminatas para mejorar la salud de las personas. Hay muchas ra- o Cavafis, hemos descubierto que el sentido de la vida está preci-
zones para ello: el ejercicio físico moderado aumenta la producción samente en recorrer el camino al ritmo natural de nuestros pies y
de endorfinas, las hormonas que producen efectos agradables en nuestras reflexiones, que nos llena de “aventuras y conocimiento”.
el organismo y además favorece la calidad de nuestro reposo. Pero Y que este se hace al andar, pues cada vida, igual que cada sende-
además los efectos positivos de caminar son muchos más extensos, ro, es única, pues somos la suma de nuestro poso cultural, (es decir
pues está demostrado que tiene enormes beneficios para la salud. lo que hemos vivido, aprendido y conocido) y nuestra memoria, es
Un investigador estadounidense, Steven N. Blair, afirma que, “la decir aquello que recordamos. Cuando desaparecemos se extingue
inactividad es el principal factor para predecir la mortalidad, por con cada uno de nosotros nuestro mundo interior y un vasto alma-
encima del tabaquismo y la obesidad”, además “el riesgo de muer- cén de recuerdos, sueños y experiencias. Un antiguo mundo, en el
te es menor entre los obesos con buena condición física que en las que vivimos, también se extinguirá cuando ya no estemos, junto a
personas de peso normal pero sedentarias. Treinta minutos diarios las personas que quisimos y que nos querían. Esas personas que
de actividad física durante cinco veces a la semana, le sirven a una nos hicieron seguir adelante, con las que compartimos camino, es
persona sedentaria para reducir a la mitad el riesgo de morir en los decir vida…
10 años siguientes. Una persona de 80 años en buena condición
física tiene un riesgo inferior a personas de 60 años inactivas”. Pensamos como sentimos. En la actualidad, gracias al mayor cono-
cimiento que tenemos del cerebro, sabemos algo que ya intuíamos:
Está demostrado que no hay nada mejor para mantener una buena los sentimientos desempeñan un papel fundamental en la forma
salud física y mental que mantener una vida activa y dar largas que tenemos de pensar e interpretar el mundo. Es decir, existe una
caminatas, incluso cuando se ha entrado en la edad madura. Estu- coherencia entre lo que sentimos y lo que pensamos. Así, de la
dios realizados con individuos que llegan a los noventa años o más, misma forma que un paisaje degradado y sórdido contamina tam-
revela que en una proporción notablemente alta eran grandes an- bién nuestro espíritu, un paisaje bello y limpio nos transmite ener-
dariegos. Caminar además previene un buen número de enferme- gía y optimismo, aviva los sentidos y nos hace sentir en armonía en
dades, desde las vasculares a la diabetes, pasando por el cáncer o un pequeño planeta “en las orillas del océano cósmico” dónde se
la depresión, nos ayuda a mantener un buen tono físico y, unido a ha dado el milagro de la vida, como dijo el científico y divulgador
una buena alimentación, equilibra nuestro peso y nuestra fuerza. Carl Sagan. El único lugar en el que podemos vivir, no conocemos
ningún otro y, por tanto no tenemos otra alternativa en el universo
Pero ¿qué nos aporta caminar? cercano dónde poder emigrar. Un paraíso natural en el que vivimos
y dependemos y que, en buena medida, han ido destruyendo o
degradando las actividades del hombre.
Descubrir el paisaje caminando
Pero todavía hay lugares donde la Tierra se muestra elemental y
Lo primero que descubrimos es la visión de un paisaje que nos desnuda. Incluso muy cerca de donde vivimos. Sólo hay que ir a su
conmueve, que nos provoca un sentimiento de prodigio y nos atra- encuentro. A veces son paisajes duros, incluso austeros, que no se
pa y ya nunca va a abandonarnos. Seamos conscientes o no, per- entregan fácilmente al caminante. Pero decía Unamuno que, “Con
tenecemos a una especie que no dejó de caminar hasta alcanzar y los paisajes, lo mismo que con la arquitectura, la desnudez es lo
poblar el último rincón del planeta. El hecho de que ahora nos ha- último que se aprende a amar”. Eduardo Martínez de Pisón, uno de
yamos convertido, sólo en los dos últimos siglos, en una especie nuestros mayores expertos en geografía y paisaje, y un hombre

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