Page 173 - Tendencias 2020
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A  r  t  í  c  u  l  o  s  de
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                     precisamente surfear en las olas de los imprevistos, abrazando todo   dad especializada. Cuando en nuestros días se atacan las humani-
                     aquello que surja en el camino. Ofrecemos un recorrido experien-  dades y las artes se vuelve a ese punto de inflexión que creíamos
                     cial, en un mundo que también ahora demanda ese hábito como   haber superado y que Ortega bautizó como «la barbarie del espe-
                     objeto del nuevo consumo. Estamos pisando el acelerador hacia   cialismo».
                     una imparable robotización de la vida gobernada por la inteligencia
                     artificial. Desde hace tiempo, la computación digital ha superado   El mercado neoliberal en el que vivimos también crea en nosotros
                     la capacidad de procesamiento de la mente humana. La idea de la   una servidumbre porque todo lo monetiza, despreciando todos
                     red 5G es adjudicar a cada dispositivo, máquina e individuo una   aquellos saberes que no están directamente relacionados con la
                     dirección IP para que los datos que generan se viertan a internet.   producción material inmediata.
                     Los datos son la materia prima esencial que mantiene los andamia-
                     jes del sistema, por lo tanto, en breve, los seres humanos estarán   Por eso no hay que olvidar que el conocimiento no busca el «retor-
                     compitiendo contra un automóvil, una lavadora o un frigorífico en   no inmediato», porque no es algo que se pueda cuantificar. Las
                     un mercado global de venta de datos donde la maravillosa imper-  grandes evoluciones de la especie humana han venido siempre de
                     fección humana irá perdiendo valor en un entorno dominado por la   la mano del pensamiento y no de sus productos. Una sociedad libre
                     maximización del rendimiento. En consecuencia, desde la universi-  que se precie es aquella que defiende sin temor la libertad de
                     dad estamos obligados a recuperar aquello que nos hace humanos:   pensamiento. Queremos recordar también las palabras del profe-
                     los afectos y los cuidados a nuestros semejantes y a nuestro mun-  sor Emilio Lledó cuando dijo que en una sociedad no puede haber
                     do. Para lograr este objetivo el arte es esencial.    libertad de expresión si no hay libertad de pensamiento. Así que
                                                                           salgamos al mundo a cortejarlo, a seducirlo y transformarlo en un
                     En las prácticas artísticas no buscamos ni estamos obligados a   lugar mejor, alejándonos de la injusticia, la desigualdad y el pen-
                     definir lo verdadero, pero invertimos todas nuestras fuerzas en   samiento único.  •
                     entender como funcionan los mecanismos del conocimiento. Nos
                     adentramos en un estado de especulación continua donde los már-
                     genes entre lo verdadero y lo construido son difícilmente percepti-
                     bles para visibilizar los elementos que vertebran y sostienen nues-
                     tra experiencia y nuestra relación con el mundo. Un mundo de
                     disidencias y contradicciones provocadas por el arte que nos acer-
                     can a lo esencial. Así, acercándonos a lo verdadero desde la sos-
                     pecha, somos capaces de visibilizar y verificar las especulaciones
                     cotidianas a las que se somete la verdad desde las imágenes. Una
                     verdad que, de alguna manera, hemos transformado en un puñado
                     de opiniones, como nos recuerda Robert Blatt.

                     Por lo tanto, como clama Aurora López Polanco, hay que descoloni-
                     zar los saberes. Hay que partir de nuevo del vacío, como acto ne-
                     cesario para alcanzar el conocimiento; hay que regresar a la con-
                     fusión como forma de retomar la consciencia y el espíritu crítico.

                     La universidad debe transmitir el virus de la curiosidad y de la re-
                     beldía para hacernos levantar cada mañana contaminados con la
                     ambición de no aceptar lo establecido e infectarnos con las ansias
                     de la conquista de lo desconocido. La academia debe defender el
                     papel del profesorado en una sociedad digital que será la nueva
                     interfaz entre el conocimiento y la experiencia del mundo, en espe-
                     cial cuando las circunstancias epidemiológicas, climáticas o de
                     cualquier otra índole especial nos confinan a la geografía de nues-
                     tros hogares. Y debe hacerlo desde un diálogo que se nutre con la
                     autoridad de las palabras como forma de construcción social. Pala-
                     bras compartidas, palabras derramadas que consolidan el ecosis-
                     tema del conocimiento y que se nutre con las aportaciones de unas
                     y otras.

                     Las revoluciones modernas nos ayudaron a crear sociedades libres
                     y justas, amparadas en sistemas de educación pública igualitaria e
                     instituciones democráticas. La universidad ha sido la encargada de
                     impartir y salvaguardar todo tipo de saberes técnicos y sociales
                     porque ha entendido que, si unos nos ayudan a mejorar las condi-
                     ciones materiales de nuestra vida, otros nos permiten comprender
                     las complejidades de las sociedades, así como a sus individuos.

                     Hay que recordar que cuando surgieron los regímenes totalitarios
                     en la Europa del siglo XX, su primera misión fue atacar a la cultura
                     y perseguir a artistas y pensadores en aras de construir una socie-



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