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A R T Í C U L O S DE
O P I N I Ó N
Segunda reflexión. La transición debe proteger la
industria y el empleo industrial
Pertenezco a una generación cuyos abuelos, mayoritariamente,
trabajaron en el campo en una economía de subsistencia. Nuestros
padres trabajaron en las fábricas y, con un trabajo duro, consiguieron
que nuestra generación alcanzase altas cotas de formación y unos
empleos en términos generales de calidad. Esa sociedad industrial
con elevadas cotas de formación permitió que alcanzásemos unos
niveles de bienestar nunca conocidos en nuestra sociedad.
Este es el país que hemos construido, con dificultades, con aporta-
ciones muy diferentes y, éste es el modelo de sociedad que tene-
mos que garantizar, en un entorno que es más complejo que el de
los últimos cuarenta años, porque un mundo más abierto y con
tecnologías disruptivas que generan incertidumbre, hace este reto
más difícil.
Para ello necesitamos apostar por la empresa y la industria. El
crecimiento y la competitividad de la industria deben de ser un
objetivo de país, que nos implique a todos. La industria es la que
genera empleos estables, de calidad, bien pagados. La industria es
la que alimenta un entorno de ciencia y tecnología, y es en esos
ecosistemas donde la innovación ocurre. La industria y la tecnología
son las que pueden permitir que toda una generación de jóvenes
pueda tener un futuro prometedor y de bienestar, como lo pudimos
tener nosotros, sin que tengan que buscar en la emigración sus
alternativas.
Nos enfrentamos, y nuestra industria se enfrenta, a un entorno de
transformaciones e incertidumbre. Las razones medioambientales
empujadas por la necesidad de la descarbonización se solapan con
las transformaciones tecnológicas que estamos viviendo para dar
lugar a un entorno de cambio e incertidumbre.
Este país ha sabido hacerlo en el pasado y lo debe seguir haciendo
en el futuro. Y es verdad que resulta más duro y difícil en tiempos
de incertidumbre.
Para no dañar nuestra industria, es indispensable que seamos
conscientes de que el cambio climático es un problema global y por
eso es muy importante entender el concepto de emisiones netas
(las totales, reales, que se generan en la cadena de valor completa
de la energía) frente al de emisiones directas (las parciales, que se
producen únicamente en el tubo de escape). Si sólo medimos en el
tubo de escape, nos estamos haciendo ‘trampas al solitario’.
En la Unión Europea, se apuesta por prohibir las emisiones directas
en lugar de apuntar a las emisiones netas generadas en el ciclo de
vida completo de los vehículos. Es por ello por lo que se quiere
prohibir la venta de vehículos ligeros con motor de combustión a
partir del año 2035.
Este enfoque es sesgado y parte del concepto erróneo de que por
ejemplo el vehículo eléctrico no tiene emisiones. Sí las tiene, aun-
que no se encuentran en el tubo de escape. Están en la minería de
los metales raros, están en la fabricación de la batería en China,
están en el desguace de la batería. Con este enfoque, estamos
metiendo las emisiones que no nos interesan debajo de la alfombra,
dañando al planeta. Porque es lo mismo que se emitan en un coche
en Móstoles o en una mina del norte de China. El daño al clima es
el mismo, pero nos hacemos trampas y no lo medimos. Pero además
le estamos dando una gran ventaja desde Europa y España a la
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