Page 101 - Tendencias 2022
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UNA TRANSICIÓN JUSTA
Y BASADA EN LA
INDUSTRIA Y LA
TECNOLOGÍA
Josu Jon Imaz. CEO de Repsol.
La transición energética debe ser abordada con ambición y con
decisión. Es un reto complejo, sin género de dudas. Tiene sus costes Utilizo el término sostenibilidad
y tiene sus riesgos. Pero éstos deben ser convenientemente iden-
tificados, abordados y mitigados. La sociedad española hoy tiene en su sentido estricto: la
talento, personas y empresas capaces de responder a estos retos. necesidad de sostener nuestro
El gran desafío que tenemos entre manos es el de afrontar la des-
carbonización, necesaria para frenar el calentamiento global, des- desarrollo económico y social,
de parámetros de sostenibilidad. Y utilizo el término sostenibilidad
en su sentido estricto: la necesidad de sostener nuestro desarrollo pero sin hipotecar el derecho
económico y social, pero sin hipotecar el derecho que la siguiente
generación tiene a mantener su desarrollo, su equilibrio social y su que la siguiente generación
calidad de vida. Sin que esto incida negativamente en la competi-
tividad industrial, en el empleo de calidad, en la progresividad de tiene a mantener su desarrollo,
las políticas sociales y en las oportunidades futuras de las jóvenes
generaciones. su equilibrio social y su calidad
de vida
¿Cómo abordar esta transición desde nuestras capacidades indus-
triales y tecnológicas, sin dañar nuestro bienestar, sin dañar el
sueño de la siguiente generación de construir el suyo propio en el
futuro? Ese es el reto que tenemos: descarbonizar desde nuestras
capacidades y apostando por nuestra industria.
Quiero subrayar sin ningún matiz que la reducción de emisiones de
CO es absolutamente necesaria. El CO no tiene ninguna afección
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local. No es, permítanme decirlo técnicamente, un contaminante,
lo cual no reduce su carácter dañino global. Es lo mismo que una
molécula de CO se emita en Shanghai, en Burgos o en Zumárraga.
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La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera absorbe el
reflejo del espectro infrarrojo de la radiación solar. Por ello, contri-
buye a calentar la Tierra.
Nosotros suministramos fuentes de energía que la sociedad utiliza,
y que al igual que la industria, la agricultura, la construcción o la
ganadería, contribuyen a estas emisiones. Nuestro deber es luchar
contra el calentamiento global, lo que implica una transición del
modelo energético actual a un modelo energético descarbonizado.
Las fuentes de energía tradicionales han hecho posible el bienestar
social, el progreso y el desarrollo de las sociedades, y el reto actual
es mantener ambos (sobre todo, en un contexto de crisis y de dis-
rupción energética) minimizando el impacto para el planeta y las
generaciones futuras.
En Repsol iniciamos hace diecisiete años la reducción de nuestras
emisiones. Fuimos la primera compañía de nuestro sector que apo-
yamos el protocolo de Kyoto en 2005. Ya en 2012, Repsol, sus sin-
dicatos y sus trabajadores establecimos en los convenios en nues-
tras plantas industriales en España una paga variable vinculada a
las emisiones de CO , como forma de compromiso con la reducción
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