Page 57 - Tendencias 2022

LAS INFRAESTRUCTURAS

COMO MOTOR DE

DESARROLLO SOCIAL

Y ECONÓMICO

Luis Castilla. CEO de Acciona.

Garantizar un modelo de desarrollo social y económico sosteni-
ble es el reto más grande al que se enfrenta nuestra sociedad en
estos momentos porque es necesario dar respuesta a importantes
brechas sociales, reestablecer los equilibrios ambientales y promo-
ver verdaderas oportunidades para las personas. En este contexto,
la inversión en infraestructuras toma gran relevancia ya que facili-
tará la generación de empleo, alcanzar mayores niveles de bienes-
tar social, reducir diferencias entre regiones y aumentar la produc-
tividad de los países.

Nos referimos a infraestructuras en el sentido más amplio del
término, incluyendo activos necesarios para el transporte de per-
sonas y mercancías, generación, transporte y distribución de ener-
gía, infraestructuras hospitalarias, sociales, educativas y adminis-
trativas, producción, distribución y depuración de agua e
infraestructuras de comunicación y almacenamiento de datos. To-
das ellas ejemplos innegables de enorme impacto transformador
de los territorios, de la mejora de la calidad de vida y el bienestar
de las personas.

El sector del desarrollo de infraestructuras se ha enfrentado histó-
ricamente a numerosos retos, a los que hay que sumar los nuevos
obstáculos surgidos a raíz del COVID-19. Adicionalmente, estamos
sufriendo globalmente un inesperado incremento de los precios de
las materias primas, energía y logística, lo que, unido a la situación
geopolítica actual, ha supuesto que numerosas organizaciones
empresariales hayan alertado de estancamiento en el sector y
serios problemas para las empresas y sus empleados.

Muchos gobiernos e instituciones internacionales ven en el sector
de las infraestructuras una palanca para mejorar los indicadores
económicos y paliar los efectos de la crisis generada por la pande-
mia mundial y la profunda crisis ambiental en la que nos hallamos
inmersos. Es por ello por lo que se han lanzado nuevos programas
de recuperación (ej.: fondos NextGen de la Unión Europea) así como
grandes iniciativas conjuntas entre países (ej.: Build Back Better
lanzado por EE. UU. en colaboración con el G7).

Muchos gobiernos e instituciones internacionales ven en el sector

de las infraestructuras una palanca para mejorar los indicadores
económicos y paliar los efectos de la crisis generada por la

pandemia mundial y la profunda crisis ambiental

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