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A r t í c u l o s de
o p i n i ó n
Los programas actuales: S-80 y F-110
Los grandes programas Navales tienen una importante repercusión
en la economía española a través del PIB de las comunidades au-
tónomas donde se localizan los astilleros de Navantia que desarro-
llan los proyectos. Por una parte se prevé que el Programa F-110
suponga una carga de trabajo directa para el astillero de Ferrol en
el entorno de 20 millones de horas de trabajo, lo que incluye tanto
el diseño como la construcción de los buques. Se estima que estas
horas de trabajo se traduzcan en la generación de 7.000 empleos
anuales durante el periodo de construcción, 1.300 de plantilla di-
recta de Navantia, unos 2000 empleos en industria auxiliar y más
de 3.500 empleos indirectos generados por otros sectores a través
de la cadena de suministro. Otra de las empresas en las que el
impulso del programa será decisivo es INDRA, con un empleo total
generado que se estima mayor de 1.000 empleos anuales durante
más de 6 años (300 empleos anuales de plantilla directa, más de
350 en la industria auxiliar y otros 400 empleos indirectos). Por su
parte el Programa del submarino S-80 generó, en el año 2017, más
de 80M€ de aportación directa al PIB de la Región de Murcia y más
de 200M€ de aportación total, lo que supone un 4,7% de su PIB.
Estos datos se tradujeron en la creación de 2.000 puestos de tra-
bajo directo, o 7.000 empleos de forma agregada, es decir entre
empleos directos de Navantia y su industria auxiliar más los indi-
rectos. Este dato representa el 10% de empleo industrial de la
Comunidad Autónoma de Murcia.
En términos de la riqueza nacional el Programa F-110 incrementará
el PIB en 590 M€ anuales y se estima que podría tener un efecto
sobre la demanda agregada de cerca de 1500 M€ anuales. Por su
parte el Programa S-80, además de tener un efecto similar, abre al
Astillero la posibilidad de entrar en el mercado de exportación de
submarinos cuya cifra de negocio se prevé que alcance los 100.000
M€ en los próximos 10 o 15 años.
Conclusiones
La construcción de un buque militar involucra casi todas las ramas
de la ingeniería conocidas, el astillero asume el papel de autoridad
de diseño e integrador de sistemas, pero es el tejido industrial el
que proporciona los sistemas, subsistemas y componentes que
completan el buque.
En los últimos años, el Ministerio de Defensa y en particular la
Armada han apostado decididamente por el desarrollo tecnológico
de la industria nacional. Esta apuesta ha permitido una fuerte
evolución de la construcción naval militar española, utilizando a
Navantia como primer contratista pero, al mismo tiempo, involu-
crando a la industria nacional en todos los elementos donde podía
aportar capacidad y calidad, recurriendo a socios tecnológicos ex-
ternos solo cuando no era posible encontrar soluciones nacionales.
El resultado ha sido un aumento de la exportación de buques mili-
tares en un mercado de gran competitividad.
Este modelo de éxito ha tenido un indudable impacto económico y
social, convirtiendo a la construcción naval militar en elemento
dinamizador de la economía nacional y local. Para que este efecto
se consolide es necesario el apoyo institucional y una inversión
sostenida en el tiempo. Pero esto solo será posible si la sociedad
conoce y comprende los beneficios que la construcción naval tiene
en la economía y el empleo en España. •
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