Page 69 - Tendencias 2019
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A  r  t  í  c  u  l  o  s  de
                                                                      o  p  i  n  i  ó  n





                                                                             No es aceptable justificar un
                                                                             fracaso de negocio en que

                                                                             «no teníamos las personas

                                                                             necesarias», o «no estábamos

                                                                             entrenados para este reto»





                                                                           que, cuando se finalice un periodo de evaluación de resultados, los
                                                                           temas de personal no sólo no hayan dificultado el logro, sino que lo
                                                                           hayan hecho posible y sobrepasado. No es aceptable justificar un
                                                                           fracaso de negocio en que «no teníamos las personas necesarias»,
                                                                           o «no estábamos entrenados para este reto» o «se nos han ido las
                                                                           personas clave», «No han acompañado el cambio necesario», etc.


                                                                           Revisión continua de la Cultura de Empresa

                                                                           Al establecer el plan estratégico de personas, como he comentado,
                                                                           probablemente habremos identificado necesidades «cuantitativas»,
                                                                           necesidades formativas de los actuales empleados y para la bús-
                                                                           queda activa de ciertos perfiles concretos requeridos para nuevas
                                                                           actividades, etc. También es probable que hayamos detectado la
                                                                           necesidad de mejora de procesos internos, del reconocimiento, de
                                                                           evaluación del desempeño, de las formas de adaptar el modelo
                                                                           retributivo, de si los líderes tienen las habilidades de liderazgo es-
                                                                           perables, aspectos para la mejora de la motivación y el compromi-
                                                                           so de los empleados, etc.

                                                                           Pero, hay un aspecto básico, fundamental e imprescindible, que es
                                                                           analizar la Cultura de la Empresa como un todo. Replantearse con-
                                                                           tinuamente el alineamiento de la Cultura de la Empresa con la es-
                                                                           trategia, de forma profesional, consciente y planificada debe ser
                                                                           una prioridad para cualquier director de Personas.

                                                                           Se trata de transcender a la fórmula de soluciones viejas para
                                                                           problemas viejos. Los problemas que se han resistido durante años
                                                                           a ser solventados requieren probar nuevas formas de abordarlos.
                                                                           Por tanto, hay que discernir aquello que debe continuar tal como
                                                                           está de aquello que SÍ o SÍ, queremos transformar. Ser agentes
                                                                           activos del cambio. En este entorno está el verdadero desafío para
                                                                           la dirección de RRHH: ser guardianes de la ortodoxia, los valores y
                                                                           la esencia de la Cultura y, al mismo tiempo, ser promotores del
                                                                           cambio.

                                                                           Hay quien, de forma muy simbólica, dice que «La Cultura se come
                                                                           la Estrategia para desayunar». Y es que, una estrategia tiene que
                                                                           estar encuadrada en una Cultura, de lo contrario, no ocurrirá. Y para
                                                                           que una estrategia de cambio tenga éxito, hay que modular la
                                                                           Cultura acordemente. Y, sin embargo, sólo un 30% de las empresas
                                                                           creen que su Cultura está alineada con su estrategia.

                                                                           La Cultura de una Organización, como es sabido, está enraIzada en
                                                                           los valores de la Compañía, pero también en las asunciones, en los
                                                                           comportamientos, en las actitudes y en las reglas «no escritas».
                                                                           Naturalmente que no se tiene que cambiar de la noche a la mañana
                                                                           todo (sería inviable) y que hay elementos cardinales que no se deben
                                                                           replantear continuamente, como los valores. Pero sí que es preciso



                                                                       65
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