Page 57 - Tendencias 2020
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UN MODELO PRODUCTIVO
TRANSVERSAL,
MULTISECTORIAL Y
LIDERADO POR LA
INVERSIÓN PÚBLICA
Miguel Ángel Cilleros. Secretario general de FeSMC-UGT.
Desde hace tiempo parece que en nuestro país exista una dico-
tomía entre la importancia del sector industrial en detrimento del
sector servicios, y viceversa. Como si el modelo económico de este
país tuviera que elegir entre uno u otro sector para desarrollar su
actividad productiva.
Es inevitable -por otra parte, necesario- contextualizar cualquier
análisis sobre casi cualquier materia en los hechos que hemos pa-
decido desde el mes de marzo de este año en nuestro país y en el
resto del mundo: me estoy refiriendo, como se puede intuir, a la
pandemia por Covid-19, el ya tristemente célebre coronavirus.
Nada de lo que pueda analizarse se verá desde una perspectiva
estrictamente objetiva o podrá ser expuesto con cierto grado de
seguridad en sus conclusiones pues, entre las lecciones aprendidas
de esta situación, podemos extraer una muy evidente: nada es
seguro, todo cambia a cada instante, lo que hoy es válido o damos
por asentado, mañana puede cambiar. Por eso mismo, debemos ser
cautos y humildes en nuestras exposiciones, especialmente aque-
llos analistas que en los últimos años, y antes de la Gran Recesión
(2008-2016) parecían tener una bola de cristal que sumada a su
condición de gurús económicos y sociales, pontificaban sus teorías
y marcaban el camino a seguir. Luego se vio, con el crack económi-
co, que muchos de ellos habían sido los primeros en alimentar a la
bestia, las temidas burbujas (financiera, inmobiliaria, hipotecaria…)
y los primeros, también, en difuminarse entre el caos. Por ello,
seamos sensatos y no pequemos ni de hipercatastrofismo ni de lo
contrario en esta nueva situación que ha provocado el coronavirus
y su impacto sobre la economía, la actividad productiva y el mer-
cado de trabajo.
Dicho lo anterior, y siguiendo con el argumento de las lecciones
aprendidas, hay otra que parece también evidente: un país como
el nuestro no debe ni puede renunciar a su industria ni a sus ser-
vicios. Esto es tanto como afirmar que ambos sectores (el indus-
trial y el de servicios) deben conciliarse y revelarse como un bino-
mio necesario para la salud y seguridad económica de un Estado.
La pandemia, sobrevenida de manera más o menos sorpresiva en
aquellos duros días de marzo, puso de manifiesto que nuestra in- Nada es seguro, todo cambia
dustria no era capaz de dar respuesta a necesidades específicas
para la salud pública en aquel momento, al tiempo que se produjo a cada instante, lo que hoy es
una parada de actividad productiva en sectores esenciales para la
generación de riqueza en una economía como la nuestra, depen- válido o damos por asentado,
diente de los servicios (en este caso con especial relevancia en el
caso del turismo y todas las actividades vinculadas a la oferta mañana puede cambiar
complementaria).
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