Page 110 - Tendencias 2022

T E N D E N C I A S
Como dato solo citar que por
cada euro invertido en
programas desarrollados por
la industria de defensa se
generan 2,5 € de actividad
económica indirecta o
inducida
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1998 y 2021 el ministerio de Industria ha financiado con casi 20 mil
millones de euros programas de defensa que han favorecido la
modernización del equipamiento de las Fuerzas Armadas, pero que
además han permitido ordenar el sector industrial, potenciarlo y
favorecer el desarrollo económico nacional mediante la generación
de empleo, desarrollo de tecnologías con aplicaciones duales y un
notable volumen de exportaciones.
Actualmente el catálogo de la industria de defensa española ela-
borado por el ministerio de Defensa, refleja un total de más de 500
empresas de las que casi el 80% son PYMEs con menos de 250
empleados. Su distribución geográfica, con alrededor de 700 cen-
tros productivos a través de todo el territorio nacional, favorece la
cohesión territorial y su actividad es especialmente importante en
determinadas zonas para las que constituyen un foco indudable de
desarrollo económico por el efecto tractor que producen. Como dato
solo citar que por cada euro invertido en programas desarrollados
por la industria de defensa se generan 2,5 € de actividad económi-
ca indirecta o inducida. Se trata de un conjunto de empresas que
además tiene un índice de productividad que es 3,6 veces el de la
media nacional. Nuestro sector de defensa cuenta con la fortaleza
de un pequeño núcleo de grandes integradores de sistemas, algu-
nos formando parte de grandes grupos internacionales, otros en los
que se ha mantenido la presencia pública al 100% y otros en los
que, con predominio de capital privado, se mantiene esa presencia
pública por considerarse que su actividad es estratégica. Además,
hay un buen número de medianas empresas, casi en su totalidad
de capital privado, que tienen una presencia importante en el mer-
cado nacional, pero sobre todo en el internacional, y que son líderes
en sus respectivos campos de actividad. En conjunto la fortaleza
de nuestro sector está en la complementariedad entre las capaci-
dades de las grandes integradoras, la de las medianas y la capaci-
dad innovadora de las pequeñas.
Por otra parte, en conjunto son empresas que desarrollan tecnolo-
gía muy avanzada, orientada al mundo de la defensa, pero con
claras aplicaciones duales. En cuanto a capacidad de desarrollo
tecnológico el sector conforma un ecosistema específico que fo-
menta la innovación a través de la colaboración entre empresas, y
entre estas y centros de investigación y universidades. Su apuesta
por la innovación lo demuestra el hecho de que el sector aporta un
12% del total de la inversión nacional en I+D+i. La gran variedad de
necesidades que tiene su cliente preferente, el Ministerio de De-
fensa, hace que la actividad industrial y tecnológica abarque dife-
rentes campos transversales como son las tecnologías de comuni-
cación, la electrónica, la aeronáutica y el espacio, la automoción o
el ámbito del equipamiento personal y colectivo, por citar solo al-
gunos grandes bloques. De forma significativa y por presentar tan
solo un ejemplo concreto, mencionaremos el caso de la robótica y
de los sistemas no tripulados donde el empuje de las empresas de
defensa está propiciando la implantación de diferentes soluciones
en ámbitos tan dispares como pueden ser el agrícola o el audiovi-
sual, proporcionando soluciones propias muy ajustadas a nuestra
demanda específica.
El sector de la industria aeroespacial y de defensa experimentó
una crisis de demanda interna durante la pasada década como
consecuencia del desplome de la capacidad inversora del Minis-
terio de Defensa durante los años de la crisis financiera. Sin em-
bargo, las empresas supieron reaccionar y gracias a su capacita-
ción tecnológica y a su actividad exterior mantuvieron sus
volúmenes generales de facturación actuando en el mercado in-
ternacional. En esos años las cifras de ventas por exportaciones