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A R T Í C U L O S DE
O P I N I Ó N
es la misma. (...) Y cuando [el escrito] es maltratado, o reprobado sus interpretaciones correctas, evidenciando el miedo a perder el
injustamente, constantemente necesita de la ayuda de su padre, control de la cultura. Ya Petrarca, en su tratado De remediis utrius-
pues por sí solo no es capaz de defenderse ni de socorrerse a sí que fortunae (1366) se había quejado de la multiplicación de códices
mismo” (Fedro, 275d). en su época, fruto de la utilización del papel en su copia, una idea
que el humanista francés Guillaume Fichet retomaría en su Retho-
Aquí está la clave del rechazo socrático a la escritura: la necesidad rique (París, 1471), al afirmar: “La invención de Gutenberg nos ha
de intérpretes sobre su contenido. No es tanto que su contenido legado los tipos con los que todo lo que se dice y piensa puede ser
sea mentira, sino que un libro es incapaz de responder al lector por inmediatamente escrito, reescrito y legado a la posterioridad. Pero
sí mismo. Además, continúa Platón siguiendo a su maestro, el como diría el Petrarca más humanístico, el que soñaba en latín, la
texto escrito no elige a su lector, es decir, puede ser leído por acumulación de libros no ha de confundirse con la accesibilidad a
cualquiera que pretenda hacerlo, tanto si éste está preparado para la sabiduría, ya que ésta no procede de la posesión de los objetos
ello como si no lo está, y esto se interpreta por Platón, siguiendo a sino de la lectura de las enseñanzas que encierran”. Sólo unas
Sócrates, como una amenaza: “Y una vez que un discurso está décadas después, en 1494, micer Gonzalo García de Santa María
escrito, rueda por todas partes, en manos de quien entienden de en el prólogo a su Catón en latín y en romance, publicado en Zara-
ello y también en manos de aquellos a quienes no les importa nada, goza, retomaría la misma queja sobre el exceso de libros a que
y no sabe a quién debe hablar y a quién no” (Fedro, 275e). había dado lugar la imprenta, pues a pesar de la “abundancia de
libros latinos, griegos e arábigos, en todas las facultades (…) los
¿Acaso no nos advierte Sócrates de lo mismo que Han con respec- ingenios se han encogido e aloquecido después de la abundancia
to a la transparencia sin límites y el dataísmo existentes en el de los libros, como en otro tiempo, cuando havía pocos, se descu-
mundo actual? Al filósofo griego, como más tarde a Trithemius, o brían muy grandes ingenios”.
recientemente a Eco, les preocupaba que el conocimiento, al mo-
dificarse las formas de su transmisión y conservación, pudiera Que estas ideas, vinculadas al síndrome de Trithemius, no eran
perderse o, peor aún, ser adulterado. En la transición entre una en aquella época minoritarias, ni limitadas a individuos de mentes
cultura oral a otra escrita, de otra escrita (entiéndase manuscrita) reaccionarias a los cambios, nos lo demuestra un personaje tan
a otra impresa, y de esta última a otra cultura digital, los riesgos célebre como Leonardo da Vinci. Éste, como los autores antes
son importantes. En este mismo sentido, para Han también es pe- citados, experimentó durante una parte de su vida un claro recha-
ligrosa una cultura digital basada en los datos, porque su interpre- zo hacia el libro impreso. Nunca publicó sus obras, pues, como
tación y su aplicación pueden dar pie a la manipulación, es decir, a escribió en su Libro de pintura, al tratar sobre la superioridad de
los mismos engaños y mentiras sobre los que advertía Sócrates, así este arte sobre otras: “La pintura no tiene infinitos hijos, como
como a la sustitución de una sabiduría basada en la reflexión y en los libros impresos”. Y, para satisfacción de Han, quien nos ad-
la lectura meditada, por una popularización del conocimiento, que vierte reiteradamente sobre el exceso de transparencia en nues-
en realidad no es una democratización de la cultura, sino una ba- tras sociedades contemporáneas, el artista italiano afirmaría en
nalización, al servicio (según el surcoreano) de un control neoliberal otro de sus escritos: “No publico, ni divulgo”, una lapidaria frase
de la misma. que pone de manifiesto su concepto arcaizante del conocimiento,
que, en su opinión, debía estar reservado a una minoría, que
Con parecida contundencia y miedo se expresó Trithemius a fines fuera capaz de comprenderlo y de aplicarlo. No todas las ideas
del siglo XV, pero también otros autores de la misma época, para podían ser accesibles a todos. Leonardo, desde luego, no practi-
los que la multiplicación de ejemplares que la imprenta había traído caba la hipertransparencia. •
consigo planteó problemas sobre el control de los textos y sobre
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