Page 80 - Tendencias 2019
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               modo, la única forma que tienen los superiores jerárquicos de in-  Desgraciadamente, en el mundo en que vivimos son persistentes
               tervenir en el proceso es mediante los respectivos recursos proce-  los ataques a esta concepción del derecho, de la justicia, de la
               sales legalmente establecidos, no estando permitido que dicten a   democracia y la sociedad, a pesar de lo expresamente declarado
               los jueces inferiores instrucciones de carácter general o particular   por los textos constitucionales y los tratados internacionales de
               sobre la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico. El   derechos humanos, y a pesar de los mecanismos que hemos crea-
               más humilde de los jueces es tan soberano en su interpretación del   do tras la Segunda Guerra Mundial para defendernos de esos
               Derecho como el juez del más alto tribunal del Estado.    ataques. Nada sacamos con crear tales mecanismos si no existen
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                                                                     servidores públicos dispuestos a aplicarlos. Todo servidor público,
               Pero, aunque conceptualmente diferentes, independencia e impar-  y el Juez también lo es, asume por el hecho de serlo la responsa-
               cialidad están íntimamente ligadas. Así, un Juez que no pretenda   bilidad de denunciar cuando el sistema se ve amenazado y ello es
               ser imparcial, que se doblegue frente a los intereses de alguna de   fundamental pues la función pública es el sistema inmunológico
               las partes (sean grandes corporaciones transnacionales o gobier-  del Estado de Derecho. Todo ciudadano por el hecho de vivir en
               nos), no es un verdadero Juez y de nada servirán las medidas de   sociedad, también debe hacerlo y confrontar con quienes se abs-
               independencia judicial destinadas a protegerlo.       tengan de ello.

               Si lo dicho hasta aquí es válido respecto de cualquier Juez, lo es   La democracia participativa no es una aspiración sino una obliga-
               todavía más tratándose de los de mayor jerarquía, de los que inte-  ción de todos quienes vivimos en sociedad. Se trata de personalizar
               gran el Tribunal Supremo, el Consejo General del Poder Judicial y   la democracia, y para ello, las obligaciones y los deberes, (la célebre
               el Tribunal Constitucional. Y lo que en este punto debemos pedir,   virtus republicana; la lealtad y el compromiso del ciudadano con lo
               es que la política esté lo más lejos posible de ellos.   común) deben estar al mismo nivel que los derechos. Nadie puede
                                                                     permitirse no colaborar en la mejora del sistema democrático por-
                                                                     que sus omisiones dañan y perjudican a los demás. En definitiva,
               Democracia                                            tenemos el deber de exigir que las autoridades utilicen las herra-
                                                                     mientas institucionales que ya existen o bien que habiliten nuevos
               En tanto el Poder Judicial es un contrapoder de los demás poderes   instrumentos, en cuyo diseño y control efectivo todos debemos
               del Estado, su adecuado funcionamiento en condiciones de inde-  participar, para que ejerzan el poder que les hemos dado en nuestro
               pendencia e imparcialidad resulta indispensable en el diseño cons-  beneficio común, y no en su beneficio propio ni el de unos pocos.
               titucional de pesos y contrapesos de las democracias modernas. El   Tenemos el derecho y la obligación de exigir transparencia, rendi-
               objetivo último de todo ello es que el Estado esté al servicio del ser   ción de cuentas y fórmulas de gobierno abierto, que den vida a lo
               humano, de la ciudadanía, y que ocupen el lugar que les correspon-  que podríamos llamar un nuevo contrato social en el que los gober-
               de como eje central del sistema, pues somos nosotros su razón de   nantes cumplan o, en caso contrario, expliquen a la sociedad los
               ser. Lo contrario, es decir, poner a las personas al servicio del Esta-  incumplimientos de sus programas de gobierno y sus promesas
               do o de los intereses económicos de algunos pocos, o condicionar   electorales de manera objetiva y directa, respondiendo ante la
               el ejercicio y disfrute de los derechos humanos a la satisfacción   misma si no lo hicieren.
               primera de esos intereses políticos y empresariales, es sin duda
               totalitario, es propio de las dictaduras, sean del signo que sean.


               8   Ibidem, pp. 19 - 20
















                  El objetivo último de todo ello
                  es que el Estado esté al

                  servicio del ser humano, de la

                  ciudadanía














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