Page 66 - Tendencias 2021
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A  r  t  í  c  u  l  o  s  de
                                                                      o  p  i  n  i  ó  n




                                                                           sector”, que el año pasado formó a 71.833 trabajadores y trabaja-
                                                                           doras de la construcción, impartió cerca de 3.320.000 horas de
                                                                           formación y desarrolló 8.337 cursos.

                                                                           De hecho, y con la llegada de los fondos europeos, tendrá capacidad
                                                                           para formar a unos 200.000 futuros trabajadores al año y será un
                                                                           eje vertebrador para atraer talento.

                                                                           Desde el sector, y a raíz de la reforma integral que plantea el Go-
                                                                           bierno para la Formación Profesional, hemos trasladado la necesi-
                                                                           dad de crear un plan específico de certificaciones para la construc-
                                                                           ción y así atraer a más jóvenes puesto que, si no se ponen en
                                                                           marcha pronto, no habrá trabajadores ni trabajadoras para finales
                                                                           de año y será difícil ejecutar los planes de los fondos europeos de
                                                                           recuperación.

                                                                           Lograr atraer trabajadores jóvenes a través de esta vía será impor-
                                                                           tante para ‘moldear’ la figura en forma de diábolo que impera en el
                                                                           sector en cuanto a formación de los trabajadores se refiere. Si mi-
                                                                           ramos esta distribución se observa como tenemos una base ancha
                                                                           de personas con poca cualificación, una franja intermedia estrecha
                                                                           con formación profesional y en la cúspide una zona que se vuelve
                                                                           a ensanchar con profesionales titulados universitarios. Por tanto,
                                                                           se necesita personal cualificado en FP para aligerar su base y su
                                                                           cúspide, situando profesionales cualificados en la parte central.

                                                                           Si ya de por sí pocos jóvenes cursan formación profesional, el dato
                                                                           es todavía más desastroso dentro de nuestro propio sector. Si hay
                                                                           una cifra especialmente desoladora para nuestros intereses es que
                                                                           en la última década el número de alumnos que han optado por la
                                                                           FP se ha elevado en un 71%, mientras que en la Familia de Edifica-
                                                                           ción y obra Civil ha descendido en un 50%. Y ello, desgraciadamen-
                                                                           te, tiene su reflejo en la diferencia existente entre las necesidades
                                                                           de las empresas y la preparación de los trabajadores.



                                                                           La incertidumbre del contrato fijo de obra

                                                                           La falta de mano de obra se puede agudizar aún más si el Gobierno
                                                                           cumple con su intención de eliminar el contrato fijo de obra para
                                                                           reducir la contratación temporal. Desde el sector estamos preocu-
                                                                           pados por su posible supresión, ya que se trata de una modalidad
                                                                           contractual que ha hecho que el sector sea uno de los motores
                                                                           económicos gracias a que su afiliación ha crecido alrededor de un
                                                                           12% en el último añoy ya ha superado los niveles previos de empleo
                                                                           al impacto de la crisis.

                                                                           El contrato fijo de obra cabe recordar que nació legítimamente de
                                                                           un acuerdo entre la patronal y los sindicatos y que se trata de una
                                                                           modalidad contractual que tiene matices concretos para nuestra
                                                                           actividad. Por tanto, se diferencia claramente de otras figuras como
                                                                           el contrato de obra y servicio.

                                                                           Su supresión sería un golpe a la fortaleza del sector y, por ende, al
                                                                           de la recuperación puesto que tendría consecuencias negativas
                                                                           para el crecimiento económico. Además, apenas genera conflicti-
                                                                           vidad y nunca ha suscitado debate con los sindicatos en relación
                                                                           con la temporalidad o la siniestralidad laboral, lo que evidencia la
                                                                           importancia y el reconocimiento que tiene, como así quedó recogi-
                                                                           do en el convenio colectivo del sector.

                                                                           La eliminación del contrato fijo de obra también obligaría a miles
                                                                           de trabajadores a convertirse en autónomos forzados ante el ele-



                                                                       63
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