Page 93 - Tendencias 2020
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A r t í c u l o s de
o p i n i ó n
tendrán, cada vez más, un componente de dimensión global. Frente
a aquellos que han cuestionado la eficacia de los organismos sanita-
rios internacionales, este virus nos ha confirmado todo lo contrario.
Será necesario fortalecer los organismos sanitarios internaciona-
les, tanto la OMS como los de la Unión Europea, para mejorar los
sistemas de detección y articular mecanismos de respuesta tem-
prana y eficaz ante nuevos peligros.
Fortalecer y modernizar el SNS
El Sistema Nacional de Salud ha demostrado durante esta crisis
sanitaria, la más grave de los últimos cien años, que es un edificio
construido con una gran fortaleza y con capacidad para resistir ante
una pandemia de grandes dimensiones. Pero resulta urgente e
imprescindible hacer más robustos sus cimientos y dar una mayor
solidez a su estructura. De esta manera, la gestión de este tipo de
emergencias se podrá llevar a cabo sin soportar las grandes ten-
siones que ha vivido la estructura asistencial y, especialmente, la
asistencia hospitalaria.
Coordinación y Cooperación. La pandemia ocasionada por la
Covid -19 ha puesto a prueba al sistema sanitario español, some-
tiéndole a una enorme tensión hasta límites no conocidos hasta
ahora. Ello no obsta para reconocer que esta emergencia sanitaria
se ha convertido en una oportunidad de comprobar que el modelo
político y administrativo español, altamente descentralizado, no ha
sido un hándicap a la hora de afrontar la situación. Por el contrario,
el Sistema Nacional de Salud, diseñado como corresponde a un
estado compuesto, ha realizado una gestión notable de cogober-
nanza que ha contado con la aportación de cada una de las autori-
dades sanitarias de las Comunidades Autónomas y el gobierno
central.
Esta cogobernanza, basada en los principios de lealtad institucio-
nal, cooperación y corresponabilidad, debe ser también el camino
por el que transitemos hacia el modelo sanitario del futuro. La
coordinación y el trabajo compartido serán fundamentales en este
proceso.
Estrategia de dos velocidades. El virus no conoce fronteras. La
pandemia que ha provocado, se ha extendido por el mundo sin di-
ferenciar entre países con más o con menos recursos, sin tener en
cuenta sistemas políticos ni ideologías, sin distinguir entre zonas
con climas más húmedos o secos, con temperaturas más altas o
bajas.
Durante el larguísimo periodo de lucha contra la pandemia, hemos
acumulado conocimiento y evidencias científicas, pero también
somos conscientes que quedan aún muchas dudas por despejar. La
más importante se refiere al comportamiento del sistema inmune
y los tratamientos con las vacunas que comenzarán a estar dispo-
nibles en los próximos meses.
Tenemos por delante un tiempo en el que, además de los datos
seguros que la evidencia científica nos va proporcionando, nos van
a acompañar también algunas incertidumbres. Y el virus sigue
siendo una amenaza que nos demuestra que mantiene intacto su
nivel de peligrosidad: hemos dejado atrás las fases más duras de
contención reforzada y de mitigación, pero, en esta fase de control
que vive nuestro país, aún sigue siendo muy alto el riesgo de nuevos
contagios que requieren respuestas rápidas y contundentes.
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