Hija de una cubana que tuvo la ocurrencia de venir a España en 1936 y de un jiennense, matemático y comunista, Soledad Gallego-Díaz vivió cuando era pequeña con su familia un año en Palo Alto (California) y otro en Nashville.

Estudió periodismo en la Escuela Oficial de Madrid y algunos años de Filosofía y Letras en la Complutense. Empezó a trabajar a los 19 años en la agencia Pyresa (de Prensa del Movimiento). Tras un despido, pasó a Cuadernos para el Diálogo, revista de oposición antifranquista, y permaneció allí hasta su cierre. Llegó a «El País» inmediatamente después de su fundación. Fue cronista política y parlamentaria hasta que a finales de 1979 se fue como corresponsal a Bruselas. Después fue corresponsal en Londres, Paris y Nueva York. Entre medias, fue nombrada directora adjunta, cargo que ejerció, en diferentes etapas, durante una década, con Juan Luis Cebrián, con Joaquín Estefania y con Jesús Ceberio. Tuvo también tiempo de ser Defensora del Lector. En 2008 fue nombrada corresponsal de El País en Buenos Aires. Hoy continúa colaborando con este periódico y con la Cadena SER. Es vicepresidenta de la sección española de Reporteros Sin Fronteras, recibió en 2007 el Premio Francisco Cerecedo de periodismo y el Premio Salvador de Madariaga, en 2009 el Premio de Periodismo Cirilo Rodríguez y en 2011 el Premio Rodríguez Santamaría de la Asociación de la Prensa de Madrid. También ese año el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad le concede la medalla a la Promoción de los Valores de Igualdad.