Silvia Roldán y su hijo Eric Domingo constituyen una historia de lucha, solidaridad y resiliencia. Silvia, diagnosticada hace años de una enfermedad crónica que limita su movilidad, nunca dejó de soñar ni de luchar; Eric decidió acompañarla en ese camino utilizando el deporte. Juntos han corrido maratones llevando a Silvia en silla de ruedas, transformando cada kilómetro en una causa de visibilidad y esperanza. En 2024 batieron un récord mundial de maratón empujando una silla, demostrando que los límites físicos no son barreras cuando priman el amor, la solidaridad y la voluntad. Su esfuerzo trasciende lo deportivo: inspira un mensaje de inclusión, dignidad y apoyo mutuo, recordando que la adversidad puede canalizarse en actos de coraje y humanidad
© Fundación Anastasio de Gracia, todos los derechos reservados